Hace unos días, se aprobó en España la nueva ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
¿Qué cambios veremos?
Han hecho falta 20 años para que se renueve esta ley de residuos, pero parece que, por fin, han decidido actualizarse un poco y avanzar bajo las exigencias de la UE.
España tenía que llegar en 2020 a unos objetivos de reciclaje del 50%, pero se quedó en un 36% según Eurostat.
Europa ha establecido ahora objetivos aún más exigentes:
60% para 2030
65% para 2035
Impuestos
Se crea un nuevo impuesto estatal por el cual se penaliza el depósito de desechos que pudieran ser reciclados, en vertederos.
El segundo impuesto a destacar es el establecido a los envases plásticos de un solo uso. Se gravará con 0,45 euros/kg su fabricación, importación y adquisición intracomunitaria.
Estos impuestos de la nueva ley entrarán en vigor a partir de 2023.
Contenedor marrón
Los Ayuntamientos, con más de 5000 habitantes, deberán contar con contenedores para la basura orgánica, además de los de los de papel, envases y vidrio.
Además, será obligatoria la recogida separada de residuos textiles y cocina antes de diciembre de 2024.
Puntos de la ley de residuos a destacar
– Los productos plásticos, de un solo uso, quedan vetados.
Por fin, no se podrán comercializar bastoncillos, cubiertos, platos, pajitas, o recipientes de poliestireno expandido.
– Mayor venta a granel.
Los supermercados, de más de 400 m, deberán dedicar al menos el 20% de su superficie a la venta sin embalaje.
Además, “los establecimientos de alimentación que vendan productos frescos y bebidas, así como alimentos cocinados, deberán aceptar el uso de recipientes reutilizables”.
– El amianto tiene que irse.
“En el plazo de un año desde la entrada en vigor de la ley, los ayuntamientos elaborarán un censo de instalaciones y emplazamientos con amianto, incluyendo un calendario que planifique su retirada”.
– Adiós al bisfenol A.
Un gran adelanto de la Ley de residuos y suelos contaminados es la prohibición del bisfenol A y los ftalatos en envases para usos alimentarios.
Era una reivindicación de la comunidad científica y también de las organizaciones ambientales.
Estos tóxicos estaban legalmente presentes en envases alimentarios y se ha probado la presencia de los mismos en nuestra orina.
– Los excedentes no se destruyen.
“Los excedentes no vendidos de productos no perecederos, tales como textiles, juguetes o aparatos eléctricos, se destinarán en primer lugar a canales de reutilización, incluyendo su donación, y cuando esto no sea posible, a la preparación para la reutilización”.
– Agua no embotellada gratuita.
Se deberá fomentar la presencia de fuentes en las instalaciones públicas.
Además, “en los establecimientos del sector de la hostelería y restauración se tendrá que ofrecer siempre a los consumidores, clientes o usuarios de sus servicios, la posibilidad de consumo de agua no envasada de manera gratuita y complementaria a la oferta del mismo establecimiento”.
– No se fuma en la playa.
“Los Ayuntamientos podrán regular las limitaciones de fumar y de liberar de forma intencionada globos en las playas, que se podrán sancionar en las ordenanzas municipales con arreglo al régimen de infracciones y sanciones de la presente ley”. Incumplir estas limitaciones estaría considerado una falta leve, que implica una posible multa de “hasta 2.000 euros”.
– Sanciones más duras.
- Infracciones muy graves estarán castigadas con multas de entre 100.001 y 3.500.000 euros (en la anterior ley la sanción oscilaba entre los 45.001 y los 1.750.000 euros).
- Faltas graves con hasta 100.000 (antes 45.000).
- Faltas leves hasta los 2.000 (antes 900).
Por primera vez se incluye como una infracción el abandono y el vertido de basura dispersa (conocido por el término inglés «littering«) en la naturaleza, que se considerará una falta grave.
Lo mismo ocurrirá con las quemas de residuos agrarios y silvícolas si no se cuenta con una autorización.
–Los productores de toallitas tendrán que asumir el coste de gestionar el residuo que representan una vez usadas.
Muy buena noticia, ya que este residuo acaba en mares y ríos a los que llegan a través de las tuberías. Y que además su limpieza supone un gran gasto estatal para muchos países.
Sistemas de depósito y retorno
Mientras que Ecoembes, la entidad que representa los intereses de los productores y los supermercados, defiende que el modelo actual de recogida de envases de plástico (basado en los contenedores amarillos) funciona, la mayoría de grupos ecologistas y varias formaciones políticas denuncian los fallos de ese modelo.
Por eso lleva años pidiendo la implantación de sistemas de depósito, devolución y retorno para los envases; es decir, que los clientes depositen los envases en el comercio y se les devuelva una pequeña fianza cuando lo hagan.
Como se hace ya en varios países como Alemania y que sea dicho de paso, funciona bastante bien.
Una medida que cuenta con un inmenso respaldo social. Una reciente encuesta mostraba que el 85% de las personas quieren devolver latas, botellas y briks en tiendas y supermercados lo antes posible; especialmente las botellas de vidrio, por ser los envases más fáciles de rellenar y reutilizar.
Reparación
Por fin, se establecen obligaciones para los productores a la hora de proporcionar información sobre la posibilidad de reparar los productos eléctricos y electrónicos.
Las lagunas de la nueva ley de residuos
- Se descarta limitar decenas de productos de usar y tirar como por ejemplo, filtros de cigarrillos, algunos envases de plástico, compresas, tampones desechables, cápsulas de café y un largo etcétera…
- Preocupa que aumente la complejidad del envase provocando que no se pueda reciclar. Estos envases hechos con material reciclado están exentos de impuestos y, como consecuencia, no se desincentiva el modelo del usar y tirar.
- No hay medidas concretas para acabar con la obsolescencia programada de los productos, especialmente de aparatos eléctricos y electrónicos.
- A pesar de que se ha incorporado la obligatoriedad del uso de la bolsa compostable, se ha establecido un nivel de *impropios muy elevado, de un 15-20%. (Esto correría a cargo de la empresa recogedora de residuos).
- Muchas de las propuestas de la ley, quedan en manos de Ayuntamientos. ¿Se llevarán a cabo realmente? O seguiremos viendo «chanchullos de amigotes».
- Ecoembes ya ha opinado sobre esta nueva ley. Y ahora mismo es la empresa que gestiona el reciclaje en España… ¿Cambiará por fin su dinámica y realmente reciclará?
Impropios
Con ese nombre conocemos a los residuos que son depositados incorrectamente en un contenedor. En muchas ocasiones no se trata de un acto de mala fe, sino de un error cometido, bien por desconocimiento o bien por equivocación.
Conclusión
En mi opinión, esta nueva ley de residuos, es un gran paso hacia el cambio en nuestra gestión de la basura y en cómo estamos acostumbradas/os a vivir en el día a día. Me parece que es un gran reto para personas y empresas, pero creo que es necesario que se haga ya, para seguir avanzando hacia leyes aún más restrictivas en un futuro.
En mi caso personal, noté un gran cambio en este tema al venir a vivir a Alemania.
Tuve que aprender sobre el retorno de envases, el contenedor de compostaje y a comprar e incluso recoger muchas más cosas de segunda mano que antes.
Pero no creo que sea un gran sacrificio, al lado del beneficio que es para nuestro planeta.